Borja Fayos, campeón de España en 2008 y 2016, volverá a la competición el domingo tras llegar a un acuerdo con el Jockey Club Español, que ha reducido de siete a cinco los meses de sanción, prevista inicialmente hasta el 8 de septiembre, tras haber dado positivo en un control antidopaje en Burdeos (Francia). El mejor de los jinetes españoles de la actualidad regresa tras perderse una primavera en la que estaba llamado a ser protagonista. El de Aravaca, que así se siente él, nos habla de las ganas y la ilusión recuperada, del aprendizaje, de la sanción y de su penitencia, y hasta de como cree que le recibirá el aficionado en esta entrevista.
Black Type: ¿Cómo reaccionó cuando le comunicaron que podrá volver a montar el 9 de julio?
Borja Fayos: Cuando me lo comunicaron lloré porque han sido cinco meses muy complicados, emocional y profesionalmente. He visto triunfar a caballos a los que habría montado como El Caney (Gran Premio de Madrid), Safaga (Oaks), Kowalsky (Derby), Lisicles (Duque de Alburquerque)… Dios decidió que fuera así, que saliera doping ese día, y fue por algo, yo necesitaba parar y fue en el momento exacto, de la manera más erronea del mundo porque al final he manchado de alguna manera mi carrera, pero las cosas pasan por algo. Yo creo que hay un Dios que me ha ayudado en todo este tiempo y si esos caballos han ganado esos grandes premios, a lo mejor es para que me de cuenta de que todo acto lleva consigo una consecuencia. Estoy intentando aprender a controlar mis emociones, que no es fácil, y mi estado anímico, ese Dr Jekyll y Mr Hyde que llevo dentro.
BT: Habla de cinco meses muy complicados. ¿Qué ha sido lo más difícil de llevar?
BF: El no montar en carreras. Los dos primeros no, pero los tres últimos si.
BT: Imagino que algo bueno le habrá aportado este proceso.
BF: He recuperado la pasión con la que sentía las carreras antes, las ganas por montar, había perdido la ilusión por trabajar en el hipódromo. La afición, la ilusión, lo había perdido todo. No me quedaba ni un ápice de entusiasmo para seguir con los caballos, se me había apagado. Por eso llegué al doping. Me daba igual todo. Tiré por el camino del medio y no supe como parar. Tomé el camino equivocado, pero he sabido rectificar, lo estoy haciendo con muchas cosas de mi vida. Ahora valoro el trabajo de un entrenador, el de un mozo en la cuadra, el esfuerzo de un propietario, sea mayor o menor el número de caballos que tenga y recuperar lo que sentía cuando tenía 15 o 16 años. Ahora valoro las cosas que tengo. No fui consciente de lo que tenía hasta que lo perdí.
BT: Regresa el domingo en San Sebastián, ¿qué Fayos vamos a ver?
BF: Lo que no voy a perder es mi esencia, pero intentaré incorporar todo lo que he trabajado durante estos meses: la tranquilidad, la responsabilidad… todo aquello que me ha hecho reconducir mi vida. Tampoco creo que vayamos a ver un mejor jockey, vamos a ver al mismo, lo único que montando de una manera más sosegada. Los chicos que acuden a la escuela de jockeys que he puesto en marcha me han enseñado mucho. Hay muchos días que al visionar carreras con ellos he apreciado cosas que antes no veía, aspectos a los que no prestaba atención.
BT: ¿Se ha sentido arropado durante estos cinco meses?
BF: Compañeros, te diría que José Luis Martínez y Vaclav Janacek han sido los que más me han apoyado. El resto, sin más. No he tenido ninguna llamada de otro compañero preguntándome “oye Borja, ¿qué tal estás, cómo te sientes, cómo lo estás pasando?”. Con José he charlado bastante, es un jockey con mucha experiencia, y Janacek me ha escrito siempre animándome, pero más allá de ellos no he sentido el respaldo de mis compañeros, pero no pasa nada cada uno tiene su vida y sus preocupaciones. Sin embargo, me he sentido muy arropado por los entrenadores, por muchísimos, pero en especial uno, al que debo todo, me entran ganas hasta de llorar cuando pienso en él: Álvaro Soto. Gracias a él estoy aquí, porque hubo un momento, cuando gané con Flaming Glass mi última carrera, que para mi fue el final. Gracias a él no tiré la toalla -dice ya sin poder contener las lagrimas- ha sido más un amigo que un entrenador. Le dije que me iba, que se acababa y siendo más joven que yo me dio un buen tirón de orejas y fue capaz de sacar lo mejor de mí. Le estaré agradecido eternamente porque si no es por él no habría vuelto. Ha sido mi principal sustento como amigo y profesional.
BT: ¿Cómo ha lidiado con sus problemas con la báscula durante estos cinco meses?
BF: Durante los dos primeros meses no hice nada por cuidar el peso, llegué a subir a 62 kilos, ya que no pensaba que fuera a volver a montar, pero a medida que fueron aflorando los sentimientos, las ganas de volver, el sentirme querido y otra vez verme como jockey empecé a trabajar con un nutricionista porque tenía un grave problema con el peso. Recuerdo que en uno de mis últimos días, antes de la sanción, monté a 56 kilos y a las 3 o 4 horas estaba en 59.800. Le dije a Álvaro (Soto) que no quería montar más, no podía seguir así. Ahora, llevo tres meses trabajando con un nutricionista y mi peso está entre 55.5 y 57 kilos, en el peor de los casos, cuando ese era mi mejor peso en días de carreras. Ahora tengo una vida y una dieta organizada. Desde que empecé con la dieta me levanto a las 4 de la madrugada, medito un poco, rezo…
BT: ¿Llegó a desconectar completamente de las carreras en los cinco meses que ha estado sancionado?
BF: Los domingos no veía las carreras, los dedicaba a estar con mis hijos, que es algo que no pude hacer en los 13 años que tiene el mayor. He ido sólo cuatro domingos al hipódromo, pero los martes en las clases veíamos las carreras repetidas, es más compré un proyector para verlas en una pantalla grande, por lo que no perdí el contacto.
BT: Ahora que vuelve a la competición, ¿va a seguir con las clases?
BF: Si, ahora estoy en San Sebastián, pero en septiembre las retomaremos en Madrid. Es algo que me gusta. Nos retroalimentamos, ellos me transmiten cosas y yo intento transmitirles toda mi experiencia.
BT: Una de esas jornadas en las que acudió al hipódromo fue la del Gran Premio de Madrid, ¿le sorprendió la victoria de El Caney?
BF: No, de hecho a la gente que me preguntó que caballo me gustaba para el Gran Premio de Madrid en los días previos le dije que El Caney. Me fascinaba también Lisicles, pero en 2.500 en Madrid con su forma de correr no lo veía. De hecho Alejandro Gutiérrez Val me llamó en la semana anterior y me preguntó qué caballo me gustaba más de los del Duque y le dije “si El Caney no tira durante el recorrido, ganas el gran premio”. Es un caballo que hace la distancia, que tiene un buen rush final… y luego está Ioannes Osorio, que no es que lo diga yo, es que sólo hay que ver su historial. Es un genio a la hora de preparar un caballo para el día ‘D’ y la hora ‘H’. Para mí era el caballo de la carrera.
BT: En apenas un mes se disputará una nueva edición de la Copa de Oro, una de sus asignaturas pendientes. ¿Tiene un caballo ya en mente para el 15 de agosto?
BF: Tengo cuatro o cinco montas posibles. He hablado con Ioannes (Osorio), con Miguel Alonso que cuenta con Dayshan también, Patrik (Olave) tiene a Philau, al que me encantaría volver a montar, pero aún no hay nada cerrado. Es una decisión que tendrán que tomar los entrenadores.
BT: La 9 de julio no es una jornada que destaque en el programa donostiarra, pero imagino que será muy especial para usted. ¿Cómo la afronta?
BF: Siento los mismos nervios de cuando iba a debutar, ese gusanillo de verme en el partant. Me gusta sentirlo porque era lo que necesitaba, recuperar la ambición, las ganas. Es algo que había perdido. Es caprichoso el destino, monté y gané con Flaming Glass en mi último día y volveré a hacerlo el domingo en mi vuelta a la competición. Estando bien emocional y físicamente las cosas tienen que salir bien. He ganado casi 800 carreras, por lo que no creo haberlo hecho tan mal, pero emocionalmente necesitaba volver a sentir el gusanillo por montar.
BT: ¿Cómo cree que le recibirá el aficionado, lo ha llegado a visualizar?
BF: No es algo que me haya parado a pensar, pero si creo, estoy convencido plenamente, que la gente tenía muchas ganas de verme poque me lo han dicho muchos aficionados las veces que he ido al hipódromo. Creo que me acompañarán en esta reaparición. Respecto a visualizarlo, tengo que visualizar mi mejor versión y no esperar nada de nadie, es algo que también he aprendido en este tiempo. Será un día muy especial para mi familia, mis amigos, ellos saben quienes son, que han estado siempre a mi lado. También para Diego Sarabia, si no fuera por él yo no habría iniciado este proceso y no estaría montando el domingo. Es un amigo incondicional y un profesional de Grupo 1. Ellos han hecho que un momento tan complicado se haya convertido en algo bonito. Les testaré a todos eternamente agradecido por su apoyo.
¿POR QUÉ SE HA VISTO REDUCIDA DE 7 A 5 MESES LA SANCIÓN A BORJA FAYOS?
El Artículo 128.III.2 dicta que la mayor sanción impuesta en España para un primer positivo detectado en drogas en saliva en ningún caso podrá ser inferior a dos meses, ni superior a cuatro meses. Es por ese motivo que Borja Fayos interpuso una demanda solicitando medidas cautelares, estando señalada la vista para el lunes 3 de julio. Juicio que no llegó a celebrarse tras llegar a un acuerdo con el Jockey Club con carácter previo para, dentro de una serie de parámetros, que esa sanción se rebaje de 7 a 5 meses.
Con las medidas cautelares lo que se pedía era que mientras durara el procedimiento principal en donde se discutía si la sanción debía ser 7 o 4 meses, porque en España la máxima sanción son 4, se le permitiera montar a partir del cuarto mes.
El acuerdo al que ha llegado con el Jockey Club Español sólo le permite montar en España, mientras que en el extranjero su sanción sigue vigente y no podrá hacerlo hasta el 9 de septiembre.