No es el Gran Premio de Madrid una carrera cualquiera. Ni este año será una edición más. Es la prueba que justifica una afición de abuelos, padres e hijos. Es la carrera de una temporada. Y siempre es la prueba de una vida para los aficionados madrileños.
Nos pasamos años los turferos siendo reconocidos por Carudel y Román. Eran los nombres que, aquellos que nos veían como extraños, nos recitaban para recordarnos que ellos también sabían algo de caballos. Y sí también el Gran Premio de Madrid ejercía de esa coletilla de empatía hacia los aficionados, porque quien más quien menos se había acercado al Hipodromo algún día 29 de junio a ver ese Gran Premio de Madrid. Día grande para los turfistas. Domingo sagrado para los profesionales. Ya ni se corre el día de San Pablo y San Pedro, ni se disputa en domingo, pero se mantiene en el último fin de semana de junio y marca la temporada de primavera madrileña antes de cabalgar hacia Lasarte. Y claro está que para los que hemos vivido nuestra afición entorno a esa carrera rendimos pleitesía, estemos donde estemos, a esa gran carrera. Los más afortunados estarán mañana en las tribunas de Torroja y descubrirán muchas caras conocidas. Los de siempre, los de los domingos. Los nuestros, aunque estemos tan lejos. Los del Gran Premio de Madrid. Los de los caballos.
¿Y este año qué? Pues vaya usted a saber. No me pregunte el ganador. No lo sé. Deme 24 horas. En la noche del sábado se lo sirvo y se lo explico. Ahora déjeme especular. O mejor dicho hágalo leyendo. Vamos uno por uno. Hoy me siento rumbero y en esta previa van a ganar todos. Porque sí. Porque correr el Gran Premio de Madrid ya es ganar.
Se prevé calor. Mucho bochorno. Ni a las 20.50 horas del sábado nos vamos a librar. Ya habremos visto los caballos en el paddock. El paseo de presentación frente a las tribunas. Ya habremos cambiado 18 veces de opinión. Ya habremos comentado otras 18 entre aficionados. Ya nos habrán dicho la pasta que se ha gastado don Pepito en la cena Poule, incluso los 300 € a ganador que ha apostado no se quién antes de las carreras o quién ha roto los cronos en la pista de arena. Prismáticos al Jumbotron que la salida de los 2.500 no se ve bien y hay que estar pendiente de si entra Hardpia. Y todos callados hasta ver el resultado final. Si es que no tenemos que preguntar quién ha ganado porque la llegada ha sido a lo Isaba y Hazy Eye. Y cuando tengamos ganador a explicarlo y a asimilar. Y es ahí donde os damos la previa. Ya dije que iban a ganar todos. Y eso es lo que trataré de hacer en este invento.
1. Y si gana Amtiyaz. Ahí si gana la yeguada Rocío. Guillermo Arizcorreta estará exultante. Ganará un nuevo Gran Premio de Madrid cuando más lo necesita porque no ha tocado Clásica esta primavera y porque Amtiyaz habrá justificado el pastón desembolsado para ser el reemplazo de The Way of Bonnie, caballo que no consiguió ganar nunca el Gran Premio. Además ganará Janacek, que últimamente está en papel segundón ante su amigo Ricardo Sousa y dejará claro su gen ganador en las grandes carreras. No es Amtiyaz un caballo cualquiera. Hijo de Frankel y ganador en Ascot. Seis años les contemplan y 5 victorias anteriores. Solo una en nuestro Hipódromo pero con un galope señorial que algunos no olvidamos. Valor 43 tiene de sobra para ganar, pero sus detractores dicen que el blando le va mejor que la pista firme. Si gana alguna verá riego donde solo hay asfalto…
2. Y sin gana Berkane. Método Delcher. Don Mauricio. Un valor 38, que alcanzó un 40, que ha venido ya alguna vez a pegarse con los nuestros y que viene a Madrid con los colores de Saf Saf. Lo monta Ricardo Sousa. Seria el Gran Premio del portugués. Que el pasado año se quedó con las ganas al montar Seguy a Media Storm. Es nuestro mejor jockey. Viene de ganar el Carudel y si repite me da que se lleva más elogios que el propio caballo. Además estaríamos a vueltas hasta la Copa de Oro con el valor de nuestros viejos y tendríamos debate si los handicappers fuman en pipa o directamente van a la droga dura. Delcher y Sousa lo harían posible. Simply.
3. Y si gana Capoeira. Pues ojo que tampoco sería la mayor de las hecatombes vistas. Casi, casi pero tiraríamos del olvidado Guadalberto Pérez. No es el georgiano Tseretelli de esa estirpe. Pero si va al poste y le vemos rematando por encima de todos en la recta. Más de uno tendría que preguntarse quién ha ganado y muchos nos acordariamos de ese Gran Premio que hace muy poco se le escapó a Nico de Julian. Ha demostrado fondo y su mejor carrera fue la última por lo que los ‘hanalistas’ buscarían una explicación en su línea materna antes de la sexta carrera y los menos nos iríamos a dedicarle tiempo a otras cosas porque estudiar una carrera previamente estaría muy sobrevalorado. Como si fuéramos acertar siempre.
4. Y si gana Dayshann. Cuarto del año pasado. Salió raudo de Lasarte minutos antes del presumible cierre. Llegó a La Zarzuela para su objetivo. Miguel Alonso es de los preparadores noveles. Acapararía titulares. Subiría el peldaño más difícil en un preparador que no es otro que fijar un objetivo y llegar a él con el caballo al 100%. Ganaría un jockey francés que, para servidor, es de los que más merece la pena de los muchos que vienen por estos lares. Aunque su ecart sea de 17. Incluso se esfuerza como si le estuvieran pagando bien. O sea mucho más que en Francia que aquí tienen cartel de estrella.
5. Y si gana El Caney. La carrera se ha corrido a fuego. Si fuera para un cuadro sería el caballo elegido. Seguro que algún neófito apuesta al 5 tras verlo en el paddock. Está de moda su jockey. Un cántabro que monta en el sudoeste con el cuchillo entre los dientes y que aquí luce más estilo del que debe y una sangre fría que se aleja de lo que hace entre semana. Sería el momento de conocer a Alejandro Gutiérrez y de agrandar la figura del Duque. Si El Caney gana, la carrera se habrá corrido a un ritmo hiperselectivo. Se hablaría de su progresión, alguno recordaría a Entre Copas y aquello de los caballos de hierro. No quedaría otra.
6. Y si gana Finely Tuned. Lo primero denle agua a Gary Sanchez. Se habrá dejado las piernas, los brazos y el último aliento empujando al caballo de Enrique Fernández de Vega desde antes del paso. No estuvo lejos hace un año y es un caballo tozudo que a servidor le gusta. Es aquel que nunca da su brazo a torcer. Es como el amigo pagafantas. Que siempre está ahí porque algun día la rubia (u el rubio) se fijará en él y quién sabe si será el amo de la noche. También tendría su cuota de mérito Jesús López y su metodología de trabajo tendría los elogios que ahora van hacia otros con mejor pienso.
7. Y si gana Kergrist. Y si repite Cadel un Gran Premio de Madrid. Que ya lo ganó con Hipodamo de Mileto. A mí si que entonces no se me olvida esta edición. Ni a los de Palco 7. Ver sus colores en pista y posiblemente en posiciones delanteras en el primer paso por meta ya parecería suficiente. Pero como gane. Juan Luis Maroto ya lo hizo con Karluv Most, pero lo único que puedo encontrar parecido es en su inicial. Con K de Kilombo que se montaría. Aunque no habríamos llegado a las nocturnas del jueves y ya estaría aclarado.
8. Y si gana Lisicles. Que gran caballo pareció en su penúltima carrera. Todo buen escribano… Pero ya si tiene nombre de general ateniense se le perdona menos. Esos colores del Duque de Alburquerque ganando un Gran Premio de Madrud justifican todo para un buen aficionado. Es mantenerse en el cielo. En los nombres de caballos que recordamos. En una estirpe a la que Lisicles daría continuidad. Seguy ganaría dos veces consecutivas el Gran Premio de Madrid y también tendría su repercusión. Además si lo hace de punta a punta los clásicos guardarían esta carrera en lugar privilegiado del archivo. ¿Y su última carrera? ¿Quién la recordaría? . Algún tocapelotas que aún no sabe que los caballos no son máquinas. Incertidumbre del Turf. Lo llaman.
9. Y si gana Master of Reality. Pongámonos de pie a su Historial. Tiene ocho años pero el que tuvo retuvo. Lo ha cocinado Jesús López para mostrar su último cartucho. Jaime ya sudó lo suficiente en la última con Finely y lo ha elegido por algo. Que necesitaba un periodo de adaptación al patio. Hablaríamos, como no, de Frankel. Pondríamos en valor a la familia Gelabert. El jockey de Derby pasaría a ser de Gran Premio de Madrid y la afición tendría otro ídolo para la siguiente carrera. Eso sí de muy poca duración. Que los mejores aplausos no los recibe un caballo como este a los ocho años.
10. Y si gana Philau. Pues no sería mucha sorpresa. O sí. Valor tiene pero estar en el patio de Olave le tapa y Mario Fernández ya ha ganado el Derby esta temporada. Serían el argentino y el preparador quién acapararían elogios. No es caballo fácil de montar y medir pero sí lo consigue tiene opción como el que más. Se hablaría de la progresión del caballo en detrimento del nivel de la prueba y posiblemente tendríamos que contar una carrera con algún desfallecimiento y un remate postrero pasando cadáveres en la recta de Madrid.
11. Y si gana Say Good Buy. Repetiría la cuadra Best Horse. Se hablaría del método portugués que alumbra ganadores cuando menos se espera. Nos iríamos a France Galop a ver sus últimas. Hablaríamos de su valor francés y lo pondríamos en comparación con Berkane. Pero claro este no es de Delcher. Y es el que más carreras ha disputado. Pero siempre todo es posible en el Gran Premio de Madrid. No decimos que es el día D. Sé de alguno que lo jugara para luego decir que no tenemos ni idea. Ni falta que nos hace. En este Gran Premio pueden ganar todos.
12. Y sin gana The Game. Es el favorito. No el mío, pero sí el de los que más saben. Acumula méritos. Viene de ganar el Corpa con autoridad. Dice su jockey José Luis Borrego que está que se sale del pellejo. Patrick Olave se deshace en elogios. Su propietario es de los de siempre. Todo está preparado para el gran día. Sería reconocer el trabajo de Olave, que ya ganó con Lord of the Horizon, con el jockey del día a día. Un jockey modesto, que tiene el reconocimiento de los aficionados más veteranos y que lleva viviendo toda esta primavera para este día. Sólo por él merecerían los aplausos en balanzas. Sé de uno que aplaudiría más que el que más y que luego me diría. ¿Lo reconoces ya?
13. Y si gana White Bay. Es un ganador de Derby hace dos años. Lo monta Peslier. Qué poco se ha hablado de la presencia, esta vez, de uno de los mejores jockeys franceses de la década. Lo hablaríamos todo después de la carrera. Aparte de buscar el punto de inflexión en el resurgir de un caballo que desde que ganó su Clásica no ha vuelto a dar el valor que se le suponía. Diego Benítez también podría en valor el trabajo de los preparadores modestos y los muchos desvelos de cabeza que lleva dándole el derbywinner.
14. Y si gana Hardpia. Uff si gana una yegua el Gran Premio de Madrid. Una entre quince. Y ojo que tiene su opción. Lo primero Sousa se preguntaría porque no la ha montado. Valle ganaría su Gran Premio de Madrid en su mejor año. Y Tseretelli volvería a acaparar titulares por su trabajo con las yeguas como ha hecho con Love for Life ganando la Poule. Seria una carrera más táctica y resuelta en los últimos metros. A base de corazón, las yeguas también son nobles. Que las estrellas tienen nombre de mujer. Y brillan con más fuerza.
15. Y si gana Pamplona. Pues no es 7 de julio pero como si lo fuera. Reenganchado. Tres años, nacional lo tendría todo para escribir y no parar. La yeguada Rocio, lo mismo que si gana con Amtiyaz, justificaría toda una Primavera. Guillermo Arizcorreta más de lo mismo. Y la generación de los Safaga, Kowalsky, All Iron y compañía saldría más revalorizada que el lector que haya llegado hasta aquí. Porque el Gran Premio de Madrid lo merecería. Que ganara un tres años. Que se olvide el miedo. Que los caballos están para correr. Qué disfrutemos todos con ellos. Elijan su favorito y pasen por taquila. Que si gana el que han elegido seguro que se van contentos del Hipódromo. El resto ya es cosa nuestra. Justificar lo que pase. Hacerlo antes ha sido más sencillo.
Autor: Alberto Martín
Fotógrafo: Salva Maroto