«Se me ha puesto la piel de gallina», manifestó Flavien Prat tras imponerse con una diferencia de 11 cuerpos y medio, que pudieron ser muchos más, con Flightline (Tapit) en los 1400 metros del Malibu Stakes (G1) de Santa Anita. El pupilo de John Sadler, que llegaba a la cita invicto pero con un escaso currículum de dos victorias, con un margen de 26 cuerpos, la última en un Optional Claiming de 40.000 dólares en Del Mar, acababa de emocionar a propios y extraños, que coincidían al equiparar al tres años con el mismísimo Frankel.
«Es un caballo muy especial. Estoy feliz de que haya podido acudir mucha gente al hipódromo porque puede que hayan visto en acción a un caballo que recordarán como histórico cuando se retire», añadió su preparador John Sadler que también dejó claro que seguirá en entrenamiento a cuatro años. «Todas las opciones están sobre la mesa, empezando por la Met Mile (G1), aunque Oriente Medio llegaría primero. Tenemos que hablarlo. Buscaremos lo mejor para él», advirtió ante los micrófonos de la TVG.
La Saudi Cup (G1) podría ser su próximo objetivo, ya que los 1.800 metros no deberían suponer mayor problema para la nueva sensación del turf mundial. «Siempre hemos creído que lo hará mejor en dos curvas, pero es tan especial que hemos preferido ir paso a paso», explicó el preparador.
Sin debutar hasta abril de sus tres años, su siguiente carrera tuvo lugar en septiembre. El porqué ha corrido tan poco hasta la fecha tiene que ver con un accidente que sufrió el potro con una valla con la que se golpeó en el campo antes de que el propio Sadler lo recibiera en su patio y con un hematoma que tuvo posteriormente y que hizo que su preparador descartara la Breeders’ Cup y se marcara como objetivo el último Grupo 1 del año para los caballos de la generación clásica en los Estados Unidos.